La escritura robótica vio sus primeros albores a principios del siglo XVIII cuando inventaron máquinas que logran simular la firma de personas importantes como el presidente de Estados Unidos.
En 1930 se desarrolló el robot pen, que fue la primera versión del Auto Pen, que era capaz de grabar la firma de una persona, pudiendo variar la velocidad de ejecución de la misma gracias al operador y también al instrumento que se utilizaba.
Hacia el 2013 Sonny Cabernal fundó la industria Startup Bond, especializada en robótica, que contiene un software de escritura capaz de crear documentos completos replicando el patrón de escritura a mano de cualquier persona. Si bien el robot puede simular los movimientos de un bolígrafo operándolo a través de tres ejes que se mueven simultáneamente no logra transmitir las presiones que una persona aplicaría según su estado de ánimo.
¿Qué diferencias existen entre la escritura humana y la robótica?
Cuando una persona escribe está influida por diversos factores condicionales, tanto genéticos como psicológicos. Por ejemplo, la posición en que se toma el bolígrafo, la forma en que se apoyan el brazo y la muñeca, también si se es zurdo o diestro.
Si la persona está nerviosa, tiene una forma de escribir, un poco diferente a si lo hace bajo presión, con ansiedad, con ira o con tristeza.
Estas variaciones no pueden ser captadas ni reproducidas por un robot. por lo tanto, un perito calígrafo experto puede notar estas variaciones o no en un texto escrito y, aunque sean muy similares a la letra original de determinada persona podrá determinar si está hecha por la persona misma o por un robot a través de este software.
El testimonio de un perito calígrafo es muy importante en cuanto a la escritura robótica particularmente en el caso de los testamentos olográficos y notas de suicidio así que, puedes confiar en él para identificar si la escritura ha sido hecha a través de un software.
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